Las luces llegan más allá de lo errante.
Su foco torcido al abismo necesita descansar.
Las almas perdidas se visten de cascabeles
bailan sobre los rocas con pies descalzos.
La mujer es un regalo de la tierra,
anónima de pensamientos.
Reinando en su propia soledad
desgranando el racimo de su historia.
Descarada y libre se permite llorar
alocada, libre del "contradestino".
Se dejó dormir en el tiempo,
se descubrió,
se extrañó y se asustó.
Se lloró,
se calmó
se reconoció
desnuda de silencios,
y todos los faros del mundo
se apagaron ante
la insolencia de ella.
Se iba ...
A las mujeres que cumplen 50 años y más.